Educar es una Bendición y Disfrutarla una pasión!

EDUCANDO DESDE EL CORAZÓN




Muchas son las frases célebres que a lo largo de la historia
hemos leído sobre educación, y quién, cómo, y qué debe ser un educador. Más la razón, sin el corazón puesto en en la orientación de otros, no tiene el mismo impacto, en el cambio significativo de los seres a quienes, formamos.

Nailed Fagúndez

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viernes, 30 de octubre de 2009

PARA QUE REFLEXIONEN PROFESORAS Y PROFESORES NO DEJEN DE LEERLOS
(COMPILACIÓN)
EL PANTALÓN MOJADO
El niño de 8 años entró en el salón de clase para hacer su examen final. El se encontraba muy nervioso acerca de tal examen, su angustia creció tanto que sin poderse controlar se orinó en sus pantalones. Miró hacia abajo y vio como gotas caían suavemente al piso.
Para su sorpresa cuando levanta su vista y ve a su profesora nota que ella lo llama a su escritorio. Cómo podría moverse sin dejar al descubierto su situación? La profesora al notar que el niño esta como paralizado y no va hacia ella, lentamente se viene al pupitre del niño. Oh no!!, piensa él. Qué hacer? Ahora será avergonzado y sus compañeros se reirán de él.
En ese momento una niña compañera de clase viene hacia él con una pecera y al pasar frente a él se tropieza y derrama el agua de la pecera sobre la ropa de él, mojándole totalmente….La Maestra apresuradamente toma al niño y lo lleva al baño para ayudarlo a cercarse su ropa, mientras el internamente decía: Gracias Dios,, Gracias Dios. Si hay un Dios en el cielo. Que gran regalo me diste. Para ocultar aún mas lo que vivió le grito a la niña.. “NO sabes donde caminas?..Idiota”En el tiempo de receso ningún compañerito se quiso acercar a esta niña y ella estaba sola. Todos la miraban con menosprecio por haber mojado al compañero. Cuando terminó la clase, la niña iba caminando solita hacia su casa, ya que ninguno quiso estar con ella y el niño se acercó y le pregunto: Realmente te tropezaste? Fue un accidente? Y ella lo miró y le dijo.No, yo vi. lo que te paso, vi que te orinaste y la profesora venia a ti, por eso corrí y tome la pecera para hacer que me tropezaba… porque no quería que fueras avergonzado. Ahora el niño estaba más paralizado de lo que se sintió en clase.
No puedo olvidar como Dios también muchas veces ha derramado la pecera sobre mi para protegerme. También yo muchas veces me he orinado en los pantalones… pero él con amor y cariño ha creado una situación que no he entendido en el momento….pero luego tengo que agradecerle por haberme mojado con la pecera de su amor.
Efesios 2:4-5Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo..
CUENTO PARA REFLEXIONAR NUESTRA PRÁCTICA PEDAGÓGICA
Cuando lei en una oportunidad este cuento me pareció tan relevante para publicarlo en el Blog debido al mensaje que nos transmite a los maestros y permite una reflexión para nuestra práctica pedagógica.
Enrique Mariscal es el autor de este cuento y muchos más que son aplicados en nuestra vida profesional y personal, porque cuentan historias que a cualquiera persona nos puede suceder pero que nos hacen reflexionar.
He tenido la oportunidad de leer varios cuentos y me fascina su mensaje.
Cuento para personas inteligentes de Enrique Mariscal
Hace años, un supervisor visitó una escuela primaria. En su recorrida observó algo que le llamó poderosamente la atención: una maestra estaba atrincherada atrás de su escritorio, los alumnos hacían gran desorden; el cuadro era caótico.

Decidió presentarse:
- “Permiso, soy el supervisor de turno…¿algún problema?”- “Estoy abrumada señor, no se qué hacer con estos chicos… No tengo láminas, el Ministerio no me manda material didáctico, no tengo nada nuevo que mostrarles ni qué decirles…” El supervisor, que era un docente de alma, vió un corcho en el desordenado escritorio. Lo tomó y con aplomo se dirigió a los chicos:- “¿Qué es esto?”- “Un corcho señor”… gritaron los alumnos sorprendidos.- “Bien, ¿De dónde sale el corcho?”- “De la botella señor. Lo coloca una máquina…”, “del alcornoque, de un árbol …. “de la madera…”, respondían animosos los niños.- “¿Y qué se puede hacer con madera?”, continuaba entusiasta el docente.- “Sillas…”, “una mesa…”, “un barco…”- “Bien, tenemos un barco. ¿Quién lo dibuja? ¿Quién hace un mapa en el pizarrón y coloca el puerto más cercano para nuestro barquito? Escriban a qué provincia argentina pertenece. ¿Y cuál es el otro puerto más cercano? ¿A qué país corresponde? ¿Qué poeta conocen que allí nació? ¿Qué produce esta región? ¿Alguien recuerda una canción de este lugar?” Y comenzó una tarea de geografía, de historia, de música, economía, literatura, religión, etc.
La maestra quedó impresionada. Al terminar la clase le dijo conmovida:- “Señor, nunca olvidaré lo que me enseñó hoy. Muchas Gracias”.
Pasó el tiempo. El supervisor volvió a la escuela y buscó a la maestra. Estaba acurrucada atrás de su escritorio, los alumnos otra vez en total desorden…- “Señorita…¿Qué pasó? ¿No se acuerda de mí?”- “Sí señor, ¡cómo olvidarme! Qué suerte que regresó. No encuentro el corcho ¿Dónde lo dejó?”
Reflexión:
Cuántos docentes les pasa lo mismo?
Qué piensas de esta maestra?
Te ves reflejada en esta maestra?
Qué hacer en momentos como estos cuando encontramos este tipo de maestra?
Colegas los invito a participar gracias’?
Una historia para reflexionar el trabajo que hacemos
Se que más de un docente ha leído la historia a continuación relatada, pero creo que es un poco para reflexionar el trabajo que día a día hacemos en nuestras aulas, son tan creativos, espontáneos, reflexivos los alumnos que tenemos y muchas veces no exploramos esas habilidades innatas que ellos tienen.
El niño de Helen Buckley

Una vez el pequeño niño fue a la escuela. Era muy pequeñito y la escuela muy grande. Pero cuando el pequeño niño descubrió que podía ir a su clase con sólo entrar por la puerta del frente, se sintió feliz.
Una mañana, estando el pequeño niño en la escuela, su maestra dijo:-Hoy vamos a hacer un dibujo.-Qué bueno- pensó el niño, a él le gustaba mucho dibujar, él podía hacer muchas cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y botes. Sacó su caja de colores y comenzó a dibujar.
Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de empezar, y ella esperó a que todos estuvieran preparados.-Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores.-¡Qué bueno! - pensó el niño, - me gusta mucho dibujar flores, y empezó a dibujar preciosas flores con sus colores.
Pero la maestra dijo: - Esperen, yo les enseñaré cómo, y dibujó una flor roja con un tallo verde.El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya, a él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada y comenzó a dibujar una flor roja con un tallo verde igual a la de su maestra.
Otro día cuando el pequeño niño entraba a su clase, la maestra dijo:-Hoy vamos a hacer algo con barro.-¡Qué bueno! pensó el niño, me gusta mucho el barro. Él podía hacer muchas cosas con el barro: serpientes y elefantes, ratones y muñecos, camiones y carros y comenzó a estirar su bola de barro.
Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de comenzar y luego esperó a que todos estuvieran preparados.-Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar un plato.-¡Qué bueno! pensó el niño. A mí me gusta mucho hacer platos y comenzó a construir platos de distintas formas y tamaños.
Pero la maestra dijo: -Esperen, yo les enseñaré cómo y ella les enseñó a todos cómo hacer un profundo plato. -Aquí tienen, dijo la maestra, ahora pueden comenzar.El pequeño niño miró el plato de la maestra y después miró el suyo. A él le gustaba más su plato, pero no dijo nada y comenzó a hacer uno igual al de su maestra.
Y muy pronto el pequeño niño aprendió a esperar y mirar, a hacer cosas iguales a las de su maestra y dejó de hacer cosas que surgían de sus propias ideas.
Ocurrió que un día, su familia, se mudó a otra casa y el pequeño comenzó a ir a otra escuela.En su primer día de clase, la maestra dijo:-Hoy vamos a hacer un dibujo.-Qué bueno pensó el pequeño niño y esperó que la maestra le dijera qué hacer.
Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba dentro del salón.Cuando llegó hasta el pequeño niño ella dijo:-¿No quieres empezar tu dibujo?-Sí, dijo el pequeño ¿qué vamos a hacer?-No sé hasta que tú no lo hagas, dijo la maestra.-¿Y cómo lo hago? - preguntó.-Como tú quieras contestó.-¿Y de cualquier color?-De cualquier color dijo la maestra. Si todos hacemos el mismo dibujo y usamos los mismos colores, ¿cómo voy a saber cuál es cuál y quién lo hizo?-Yo no sé, dijo el pequeño niño, y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde.”
Helen Buckley




PENSAMIENTO DEL DIA:
“Vale más lo que tú hagas por ti mismo, que lo que hagan los demás por ti por grande que sea.”
Así que naveguemos por el océano de la vida en un bote llamado perseverancia, impulsado por los vientos del esfuerzo.
Que nada ni nadie te quiten el deseo de progresar…
DE CHOKO

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